miércoles, 9 de julio de 2008

iDesde Latveria para el mundo!

Habéis de saber, acríticos súbditos, que he decidido crear un portal desde donde poder mostrar los debates filosóficos en boga (es decir, los que están en mi cabeza), los relatos gráficos más actuales (incluidos los de los cuatro de Richards), así como todo aquello que a mi grandeza le parezca más adecuado hablar de ello tal que libros, música, acontecimientos y demás. En este blog vosotros también podréis dar vuestra opinión, siempre y cuando no de muestras de descontento u antagonismo político con mi obra de salvación. También aquí podréis trasladarme vuestras peticiones y procupaciones, que serán eliminadas de una forma u otra. Recordad que la mente es el material más flexible y vuestro lider la roca más dura del panorama geopolítico. iAlabad al cirujano de mano de hierro!

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Admirado Señor, nuestra maleabilidad dependerá siempre de la clemencia y generosidad de vuestra mano; recordad:
"Nada bajo el cielo es más blando y suave que el agua, pero cuando ataca las cosas duras y resistentes ninguna de ellas puede superarla.Que lo suave vence a lo resistente y lo blando vence a lo duro, es coso que todo el mundo sabe, pero que nadie utiliza."

Dansitovondoom dijo...

La clemencia y la generosidad pierden su valor, como toda moneda, cuando circulan de más, siendo premio nimio para aquellos que las merecen por ser recibidas por aquellos que no las valoran. La mano de hierro no sólo es dura, es fría como los cielos de Latveria.

Anónimo dijo...

Acaso alguna de ellas sobra en este mundo? No será que nosotros se lo damos y luego se lo quitamos?
La moneda la hacemos valer nosotros y sin embargo,son la generosidad, la piedadad, las que nos hacen valiosos a nosotros.
Creo que aquel que las practca, puesto que no es trabajo fácil , las valora; y el que las recibe, más que nadie.
Puesto que todos somos uno y el mismo,y vuestra mano la nuestra, sería inteligente dejar el frío para las alturas,volver a donde uno pertenece y haced buen uso del hierro, que al calor, se funde como casi todo.

Dansitovondoom dijo...

No faltarán cuando procedan piedad, generosidad, fuego, hierro, frío y cualquier cosa a la que apeléis, más nada se puede hacer por un súbdito si este no camina de la mano de la obediencia, la cual no es ni ciega ni vidente, sólo necesario en estos tiempos del mundo que necesitan grandes hombres y honestos servidores. Debería saber de lo que hablo una adoradora de Kali.

Anónimo dijo...

Pues no tiene ni puta idea..

Y Kali no es mas que una farsante más..


Al parecer no viviomos en los mismos tiempos.


Y yo sólo adoro al inodoro.

Dansitovondoom dijo...

Que decepción... ¿debería tener clemencia entonces de tu rastrera boca, maldita cortesana? Arrodíllate a los pies de muerte para no ensuciar mi ira contigo.

Anónimo dijo...

La decepción deja al descubierto vuestra debilidad..

Sólo me arrodillo para mirar a la cara al que ya está en el suelo. Es ese vuestro caso, "Señor"?

Dansitovondoom dijo...

Vuestra valentía sobrepasa la insolencia!!! Os postraréis queráis o no, pues no hay súbdito de Latveria que no me ame ni obedezca ciegamente. Si no lo hacéis, no sois súbdito de Latveria, y si no sois súbdito de Latveria, no sois nada. Preparad vuestras carnes, cortesana, para el potro de torturas...

Anónimo dijo...

Mmmm...pareceis irritado, Señor.

No os rogaré clemencia, puesto que no la habeis conocido en vuestra frialdad. Y el ruego, desconocido para este corazón, es el recurso último e inútil del que teme perder lo que ya no posee.

Pero si quisiera apelar a vuestra inteligencia, os diría, que no os conviene menospreciar lo que no conoceis.

Acaso me conoceis, Señor?

Dansitovondoom dijo...

No habláis con una persona sino con una fuerza de la naturaleza. Respetar mis deseos no es un capricho mío sino una necesidad vital. No necesito conoceros para juzgaros, en tal caso para frenar vuestra lengua que hace daño a mi amado pueblo. Si hay alguien a quién améis, postraos ante mí por ellos y por vos. Si nada amáis, podéis escupir vuestras necias palabras al verdugo: su corazón sí es frío, el mío está inflamado de la justicia que nunca entenderéis, así como el paciente no entiende que el afilado filo que corta sus carnes trae la salud y no la muerte...

Anónimo dijo...

Y qué es una persona sino una fuerza más de ésta? Esencia y manifestación, cauce y caudal, natural y Naturaleza?

Respetar vuestros deseos, puede ser una necesidad vital para vos, pero no necesariamente para aquel que es obligado a respetarlos.

Puede que mi lengua afilada haga sufrir a vuestro pueblo, pero una verdad habeis dicho: El paciente a veces no entiende, que el filo que corta sus carnes trae la salud y no la muerte.
Si equiparais el cuchillo a la enfermedad,os equivocareis.

La justicia que no alcanza el entendimiento, bien podría tornarse injusta..

Dansitovondoom dijo...

Una persona necesita tener fe en algo para seguir hacia delante; una nación necesita a alguien... si no ves la luz del faro, no estorbes el camino del vidente; si el barón no es tu norte, al sur no lleves al fiel y al devoto; si Victor Von Doom no es tu bandera, no corrompas la fe de Latveria...